Monseñor Brendan Cahill nos habla del proceso Sinodal al que hemos sido invitados por el Papa Francisco: "Es un proceso de una Iglesia donde nos escuchamos los unos a los otros. Escuchando nuestras experiencias del Espíritu Santo y también las experiencias cotidianas de nuestras vidas. En este proceso de escucha, nosotros podemos crecer en nuestro entendimiento de la voluntad de Dios y de su presencia en las circunstancias en que vivimos"
Monseñor Brendan nos invita a iniciar en nuestras parroquias este proceso de escucha guiados siempre por nuestros sacerdotes.
La sinodalidad denota el estilo particular que califica la vida y la misión de la Iglesia, expresando su naturaleza de Pueblo de Dios que camina y se reúne en asamblea, convocado por el Señor Jesús con la fuerza del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio. La sinodalidad debe expresarse en el modo ordinario de vivir y trabajar de la Iglesia.
La sinodalidad, desde este punto de vista, es mucho más que la celebración de reuniones eclesiales y asambleas episcopales, o una cuestión de simple administración interna dentro de la Iglesia; es el modus vivendi et operandi específico de la Iglesia, Pueblo de Dios, que revela y da contenido a su ser como comunión cuando todos sus miembros caminan juntos, se reúnen en asamblea y participan activamente en su misión evangelizadora.
Este Sínodo pretende ser un Proceso Sinodal. El objetivo de este Proceso Sinodal no es proporcionar una experiencia temporal o única de sinodalidad, sino más bien ofrecer una oportunidad para que todo el Pueblo de Dios discierna conjuntamente cómo avanzar en el camino para ser una Iglesia más sinodal a largo plazo.
Una pregunta fundamental nos impulsará y guiará: ¿Cómo permite este caminar juntos que la Iglesia anuncie el Evangelio de acuerdo con la misión que se le ha confiado; y qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer como Iglesia sinodal?
Al convocar este Sínodo, el Papa Francisco invita a todos los bautizados a participar en este Proceso Sinodal que comienza a nivel diocesano.
Juntos, todos los bautizados son el objeto del sensus fidelium, la voz viva del Pueblo de Dios. Al mismo tiempo, para participar plenamente en el acto de discernimiento, es importante que los bautizados escuchen las voces de otras personas en su contexto local, incluidas las personas que han dejado la práctica de la fe, las personas de otras tradiciones de fe, las personas sin creencias religiosas.
Se debe tener especial cuidado en hacer participar a aquellas personas que corren el riesgo de ser excluidas: las mujeres, las personas con discapacidades, los refugiados, los migrantes, los ancianos, las personas que viven en la pobreza, los católicos que rara vez o nunca practican su fe, etc.
Todo el mundo puede participar activamente en el proceso sinodal con su oración. El proceso sinodal es ante todo un proceso espiritual. No es un ejercicio mecánico de recopilación de datos ni una serie de reuniones y debates. Para ayudar a la gente a rezar y compartir sus oraciones, se ha puesto en marcha la página web www.prayforthesynod.va